jueves, 24 de abril de 2008

IMAGINARIOS Y POBREZA MENTAL

IMAGINARIOS Y POBREZA MENTAL

Según estadísticas del DANE para el año 2001, en Colombia el 80% de la población se encontraba por debajo de la línea de la pobreza. En el año 2002, según el Ministerio de Hacienda, existía en Colombia aproximadamente 23 millones de habitantes por debajo de la línea de la pobreza y 11 millones de habitantes en la miseria y esto comparado con el año 2004 no puede ser un aliciente cuando el mismo Ministerio nos presenta 21 millones de habitantes por debajo de la línea de la pobreza y 14 millones de habitantes en la miseria, es decir que parte de aquellos que se encontraban por debajo de la línea de la pobreza se sumaban a la miseria y paralelo a esto las políticas sociales nos presentaban supuestas mejorías dentro de esta dinámica.

Igualmente en el año 2004 el desempleo a nivel nacional marcaba un porcentaje del 17.7% según estadísticas del DANE, quien para febrero de 2008 presenta un porcentaje de desempleo del 12% a nivel nacional, aparentemente un avance significativo, sin embargo dentro de este porcentaje, se encuentra que el 39.7% de los empleados trabajan por cuenta propia.

Según el Departamento Nacional de Planeación, la pobreza cayó 11 puntos porcentuales entre 2002 y 2006: pasó de 56% a 45%, mientras que La pobreza extrema cayó 10 puntos porcentuales en el mismo período: pasando del 22% a 12%.

De acuerdo a las estadísticas, los números y tablas que nos presentan podríamos observar avances o retrocesos en cuanto al tema de la pobreza, algunos viviéndola, otras estudiándola, algunos inquietos buscando alternativas de solución mientras otros un poco mas acomodados ni se percatan que existe y que el impacto para todo un país es y será mas grande.

Si bien es necesario conocer esta información, hoy en nuestro país se presenta un fenómeno aun mas contundente que el de la pobreza reflejada en lo material (ingresos, trabajo, habitabilidad...) que a su vez aparentemente hace solvente a la familia Colombiana o la hace miserable.

Se hace referencia entonces, al no querer hacer, al esperar que se les suplan las necesidades sin aportar nada, refiriéndose de esta forma a los individuos como tal. Es este no querer hacer y el adaptarse a vivir de forma miserable el hecho que conlleva a pensar mas a fondo en el concepto de “Pobreza Mental” como una problemática de imaginarios dentro de los cuales ya empieza a pesar la creencia en las nuevas generaciones de “como nací pobre, siempre seré pobre, entonces nada importa sino el tratar de sobrevivir”.

En este orden de ideas, cabe cuestionarnos frente a, si la pobreza ¿es igual o diferente a la carencia?, ¿de que?, y partiendo de esto ¿qué es la pobreza?; realmente ¿a que pobreza se hace referencia?, ¿los imaginarios fomentan pobreza?; de ser así ¿podemos hablar de pobreza mental?, ¿qué podría ser la pobreza mental?, ¿qué factores la promueven?; ¿podría ser la pobreza mental, la cabeza de la pobreza? Y será que supliendo la pobreza mental ¿se puede alcanzar desarrollo?; esto querrá decir que la pobreza material es una dependiente de la pobreza mental o por el contrario la pobreza mental es una dependiente de la pobreza material.

Se podrían plantear mil cuestionamientos con respecto a ello y sin embargo dejando de ser lo mas importante, para convertirse en lo único importante, el problema real es que existe pobreza sea esta cual sea.

Ahora bien, no es del todo posible pretender dar solución a un problema como es el de la pobreza, si bien no se sabe a que tipo de pobreza se esta refiriendo. Es por ello necesario determinar y alcanzar una aproximación significativa con respecto a los imaginarios de pobreza y como estos conllevan a una denominada “pobreza mental”.

Si se realiza un acercamiento a nuestro contexto Departamental[1], encontraríamos un sinnúmero de variables propias de nuestra realidad frente al tema de la pobreza, donde se pueden observar algunas como son el hecho de que la población del Departamento recibía sus mayores beneficios económicos de la tierra, especialmente de los cultivos cafeteros; mientras que hoy por hoy la economía dejo de ser agrícola para depender del turismo, con lo cual el desempleo se incremento, puesto que una “finca” que anteriormente ofrecía trabajo a 300 personas mientras estaba en cosecha, hoy solo requiere entre 4 y 10 trabajadores que cubran las necesidades como “finca turística”. A esto se le puede sumar, que prácticamente las únicas empresas propias que le quedan al departamento son las Administraciones Municipales; y la mentalidad existente frente a estas es que si no ofrecen oportunidad de laborar en ellas, entonces no hay nada mas para hacer.

El terremoto de 1999, genero un gran incremento poblacional en el Departamento, población que se suma a la problemática social que se vive en él. A esto se puede agregar que las nuevas generaciones, es decir, jóvenes entre 10 y 18 años se ven tanto en la necesidad, como en la obligación de no educarse y si trabajar.
Las oportunidades de trabajo, tanto para jóvenes como para adultos, son muy escasas, lo que conlleva a determinar poca preocupación de progreso y esto limita la perspectiva de problemas a su alrededor.
Finalmente como antesala, no existe motivación colectiva para realizar propuestas de desarrollo social.

De acuerdo a lo anterior se puede observar como todas y cada una de las variables están relacionadas entre sí, lo cual genera una real problemática de tipo social, donde se involucra la falta de oficio o la falta de hacer con el NO interés de querer hacer.

En este punto se puede observar la llamada existencia cerrada, la cual se fundamenta en comprender las necesidades de carencia y de potencia planteada por Max-Neef fundamentada en las teorías de Karl Marx y Abraham Maslow.


“Si queremos definir o evaluar un medio en función de las necesidades humanas, no basta con comprender cuales son posibilidades que el medio pone a disposición de los grupos o de las personas para realizar sus necesidades, es preciso examinar, en que medida el medio reprime, tolera o estimula, que las posibilidades dominantes sean recreadas y ensanchadas por los propios individuos o grupos que lo componen”[2]
Manfred Max - Neef

De esta forma si se intenta hacer un análisis más profundo, se puede observar una división entre las formas de medición y comprensión, es decir, la parte cuantitativa y cualitativa de la pobreza en una sociedad como la nuestra (departamental o nacional), donde encontramos a las diferentes instituciones tanto gubernamentales como un gran número de las no gubernamentales preocupadas en los índices, los números y sin apostarle a cambios de raíz y realmente significativos en la construcción de individuos que hacen parte de una sociedad y no de particulares en una sociedad.

Así, en la medida que se generen transformaciones para los individuos, que conlleven a hacer de cada uno un “ser integro” para el servicio de una sociedad en vía de desarrollo entendiendo este como la comprensión y búsqueda del bien común, en sus diferentes condiciones mentales (educación, cultura, relaciones personales y familiares, recreación...), físicas (salud y nutrición), espirituales (actitud y aptitud, proyección, confianza, estímulos y paz) y externas (ingresos, trabajo, propiedad, habitabilidad, posibilidad de adquisición...); podremos abordar el problema planteado respecto a la pobreza mental y hacer de estos factores “Riquezas Mentales”, que conducirán a unas reales mejorías en cuanto a las condiciones de Calidad de Vida.


OSCAR MAURICIO MARIN MARIN
Profesional en Desarrollo Social y Comunitario


[1] Departamento del Quindío en el 2008
[2] MAX - NEEF, Manfred; Desarrollo a Escala Humana; Necesidades Humanas y Sociedad

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